Saturday, February 25, 2017

Las diez palabras, de hombre, de Kriszistof Kieslowski

¿El CINE es efímero? ¿El Guernica de Picasso es más atemporal y universal que "El Decálogo" de Kieslowski?  ¿La propuesta exisencial del Arte se pierde cuando la crisis social que lo inspiró ha cesado?


Veo que la respuesta a las tres preguntas es... NO. Rotundamente NO.



He vuelto a revisar, e interpretar el mensaje de la serie de TV Dekalog, de Krsistof Kieslowski (Polonia 1989) y lo encuentro tan actual como en tiempos de las huelgas polacas del partido Solidaridad y el inicio decaída de la Cortina de Hierro (1989)



Krszistof Kieslowski (Wikimedia commons)


En 1996 inicié una interpretación profunda de las 10 películas de una hora filmadas simultáneamente por Kieslowski . Mi intención era descubrir por qué este director de cine, autodenominado ateo, era tan atractivo para un público cristiano. El resultado de seis meses dedicado a tiempo completo a ver sus cintas y descubrirlas a fondo, fue mi tesis de Filosofía. 


La experiencia cuestionó profundamente el sentido de mi vida. Kieslowski se convirtió en uno de mis héroes favoritos. Un modelo atípico de opciones existenciales, que sin sermones propone una serie de valores a contracorriente. En las decisiones singulares de sus personajes, en sus actitudes astutas como autor, hasta con su forma de morir por agotamiento cardíaco, mostró una postura de vida intensa y atrevida. No fue un líder. Fue un rebelde. Una persona libre.


"¿...por qué este director de cine, autodenominado ateo, era tan atractivo para un público cristiano?"

Sus películas, fueron etiquetadas como Cine de la Ansiedad Moral, por el deseo de proponer una postura anti-corrupción,  personalista, postmoderna, y definitivamente a favor de la libertad humana, enmedio de la caída estrepitosa del burocratismo pro-soviético  en Polonia (del régimen dictatorial de Wojciech Jaruzelski). 


Cuando me zambullí en el cine de Kieslowski, en 1997, usé todas las herramientas filosóficas y de interpretación discursiva que tuve a la mano. Ví todas las películas suyas que podía conseguir (no eran tiempos de Netflix...) Las repasé decenas de veces, hice esquemas, hipótesis, apuntes, cuadros semióticos, listas con las opciones y decisiones singulares que Krszistof tomó en su vida. Revisé el carácter de sus personajes, hechos controversiales en sus narraciones cinematográficas, símbolos encriptados en su cinefotografía, coincidencias entre su vida y su obra. Con esa pedacera descifré y sinteticé una propuesta muy inquietante. 

El resultado fué arrollador para mí. Cuestionó mis decisiones, mis actitudes, la intensidad y postura de mi  vida. No me dejó tranquilo y me sacudió de fondo. Veladamente Kieslowski contradecía mucho lo que había yo optado, pero no lo destruía, sino revitalizaba. Me invitaba a cuestionarme y retomar las decisiones. A ser libre en tiempos complejos.


Vivíamos enconces el proceso de caída del bloque socialista, la hegemonía del mundo neoliberal, una crisis profunda de la cristiandad hegemónica, la incredulidad ante de cualquier pretensión totalizadora. El Dekalog, entonces, era un grito de libertad en un mundo en crisis, de cosmovisiones cerradas que caían estrepitosamente y las personas vivíamos con angustia el proceso sin saber a dónde conduciría. Como abuelito junto al fuego, sus historias tenían propuestas muy sabias. ¿Pero qué decían profundamente para ser tan conmovedoras? ¿Cómo rescatar para otros esa propuesta?

Tuve la necesidad dar sentido a ese torrente  de detalles significativos sembrados en sus cintas, compartirlo con otros cinéfilos, dialogar con  otras personas también interpeladas  por su propuesta.  Sinteticé entonces la comprensión que construí de la vida de Kieslowski en un escrito breve, una interpretación libre pero profunda, buscando ser fiel a su mensaje profundo. Hice mi interpretación poniendo mis palabras en su voz.

Intenté redactar un esbozo de su escala de valores. Una versión literaria de su propuesta cinematográfica. Una formulación didáctica,  un "decálogo". 

Vuelvo a leer mi interpretación de Kieslowski veinte años después, y encuentro todavía su voz, viva, enmedio de otra nueva crisis mundial de sentido. Nuestro mundo actual también está en angustiado. No por la caída de una dictadura sino con por el resurgimiento de nuevas visiones totalizantes, intolerantes, manipuladoras. 

Encuentro la voz de Kieslowski más profunda y evocadora que la primera vez. Los años han decantado su discurso en las letras mías, confirmado, profundizado sus resonancias. Esta redacción aventurada que hice,  me parece que si logró captar algo de esa propuesta existencial de Kieslowski. 

Abajo incluyo esas diez "palabras"  ficticiamente enunciadas por él. Palabras mías en su logos. Esas diez palabras (decá-logo) del hombre que murió filmando incansablemente, que vivió a fondo su película. Que no se dejó atrapar ni por su propio prestigio, o su afección cardiaca. Estas diez palabras de abuelito son:


1. Aprecia la vida toda, por sobre cualquier cosa
2. Necesitamos buscar y hacer consciente nuestro sentido de la vida
3. Evita como puedas ser egocéntrico, es condición para conservar la vida y la de los demás
4. Trata de vivir excéntricamente para que todos estemos lo más vivos posible
5. Vive digna y valientemente esa excentricidad
6. Opta por el amor. Es imposible alcanzarlo, pero podremos morir satisfechos si intentamos amar deliberadamente
7. Para aprender a amar, invierte todo el esfuerzo que puedas (y sea conveniente)
8. La libertad debe ser para todos. Si no conservas valientemente tu libertad, no sólo no aprenderás a amar, sino estará condenada la vida de todos
9. En la búsqueda del amor, hablar es necesario pero no siempre suficiente. Sin embargo recuerda que hay mil maneras de comunicarnos
10. El mayor potencial del amor, vida y felicidad, se logra cuando intentamos ser realmente verdaderos con los demás

No es una propuesta ingenua. Es más bien una postura pesimista, pero una sabiduría muy esperanzada. Es una paradoja kieslowskiana. 

El Dekalog de Kieslowski, al igual que el judeocristiano milenios antes,   fue hecho en y para tiempos de crisis, de dudas, de exploración. Tiempos interesantes, duros, críticos, como los que vivimos ahora. ¿Por qué no escuchar de nuevo al sensei Kieslowski?



Te invito a ver de nuevo las películas de Krisistof Kieslowski, y dialogar profundamente con su propuesta.

¿Qué se cuestiona? ¿Qué resalta? ¿A qué te invita?


Si deseas platicar sobre ello tengo un grupo en Facebook donde dialogaremos libremente sobre cine, como espectadores, como críticos, como aficionados. Busca Hacer Cine en FB. Ahí dialogamos, como en este blog, todas las perspectivas de de los aficionados al cine.



Si deseas revisar conmigo los detalles de esa interpretación profunda de sus cintas, te invito a leer mi tesis
"DECÁLOGO, una propuesta vital de Krszistof Kieslowski para nuestra ética cotidiana". 
Puedes acompañarme en el proceso minucioso de leer en profundidad ese mensaje cifrado en miles de símbolos sembrados en las películas de Krzsistof. 

Puedes conseguirla en  mi perfil de SCRIBD en su versión 1997 que es gratis, y en  la revisión que reedité para el ITESO, la versión 2004 (donde se te invita a un pequeño donativo de 9.90 de dólar) con más anexos, entre ellos una  teorización sobre la posibilidad misma  de la crítica cinematográfica. Podrás dialogar conmigo el análisis e interpretación que me llevaron a reformular y hacer mía la palabra de hombre de Kieslowski.



Humberto Macías Navarro



Humberto Macías 
es ingeniero de proyectos,
 filósofo, profesor y explorador
de las nuevas tecnologías




1 comment:

Rubén Corona said...

Te faltaron cosas (que yo sé que están presentes). La comunidad de la 22, la paquita, la berenjena, aquellos periódicos tapatíos que ya no existen, la filosofía de Zubiri, ese verano tuyo con Kieslowski que para mí fue el de descubrir a Kierkegaard... realmente extraño esos días. Para mí también fueron tiempos muy luminosos.

Un abrazo.